La entidad asegura en una misiva que no tiene obligación de hacerse cargo de los gastos inherentes a los préstamos para vivienda pese a la decisión del Tribunal Supremo
BBVA se ha cerrado en banda contra las miles de reclamaciones presentadas por sus clientes por los gastos hipotecarios, la nueva batalla entre la banca y los consumidores por una factura que ronda los20.000 millones de euros. La entidad presidida por Francisco González ha empezado a responder a las quejas de sus hipotecados con una dura carta en la que asegura que “en ningún caso la declaración judicial de nulidad” dictada por el Tribunal Supremo “supone que el banco tenga que asumir de manera automática tales gastos”.
En uno de los documentos al que ha tenido acceso El Confidencial, BBVA explica que el préstamo hipotecario ya incluía una cláusula que regulaba los gastos y que la citada acotación no ha sido declarada nula por el Tribunal Supremo. Sin embargo, en diciembre de 2015, el alto tribunal calificó como abusiva la cláusula en la que la entidad financiera imponía al prestatario el pago de todos los gastos, tributos y comisiones derivados del préstamo. En concreto, los actos jurídicos documentados, la minuta del notario, los derechos de registro, los honorarios de tramitación y la parte correspondiente del IVA.Recientemente, el banco ha sufrido también varias condenas en contra por parte de tribunales de justicia, como el del número 6 de Granollers.
En la misiva al cliente, BBVA sostiene que “no podrán corresponder nunca a la entidad los gastos de la compraventa, gestoría o tasación,en tanto se trata de relaciones jurídicas ajenas al banco”. Además, añade que “los gastos de las copias emitidas por el notario para usted y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados” corresponden al cliente, según cita el banco en referencia a dictámenes del Tribunal Constitucional y la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.
Pero ¿de cuándo datan esas sentencias con las que BBVA defiende su argumento? Exactamente del 19 de noviembre de 2001 y del 20 de junio de 2006 en el caso del Tribunal Supremo y de un auto del 18 de enero de 2005 en el caso del Constitucional. En ningún momento hace referencia a la más reciente, la de diciembre de 2015 del Tribunal Supremo, ni a las más actuales de los juzgados ordinarios.
Así las cosas, BBVA reta a sus clientes a que acudan a los tribunales de justicia ya que son los “únicos competentes para pronunciarse sobre el carácter abusivo de una cláusula, la existencia de cualquier eventual vicio en el consentimiento prestado, o bien, la declaración de nulidad de un contrato o de algunas de sus cláusulas”. Más aún, le informa de que no se lo pondrá fácil al indicarle que si quiere obtener la escritura notarial del préstamo hipotecario, el usuario tendrá que solicitarla directamente al notario, haciéndose cargo de los gastos correspondientes, ya que el banco no tiene previsto entregársela si se la requiere.
La entidad aconseja a los afectados no acudir al Banco de España porque la autoridad financiera no es competente para valorar estas reclamaciones
BBVA invita a los afectados a acudir al Departamento de conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España, rellenando un formulario de quejas disponible en la web del organismo regulador o en las oficinas del banco, puesto que, pese al esfuerzo digital del que se congratula Francisco González, esta gestión no se puede hacer desde la página corporativa de Internet.
No obstante, la entidad advierte que el Banco de España no podrá “pronunciarse sobre el carácter abusivo de la cláusula” o cualquier potencial irregularidad contractual en el servicio. Una forma de ahuyentar la tentación del usuario de poner una reclamación ante la autoridad bancaria competente para que, en el informe anual sobre denuncias que hace la institución del Estado, BBVA no aparezca en el ‘ranking’ sobre reputación como una de las entidades con más reclamaciones. “Este servicio [en relación al Banco de España] no será competente para valorar, decidir, ni pronunciarse sobre los posibles daños y perjuicios que se hayan podido ocasionar a los clientes y usuarios de servicios financieros. Dichas cuestiones deberán ser planteadas… en los tribunales de justicia”, sentencia.
Un buzón lleno de quejas
En 2016, BBVA recibió 25.562 reclamaciones en su Servicio de Atención al Cliente, 7.900 más que en el ejercicio anterior, lo que supone un crecimiento del 44,85%. De cada tres quejas, una fue favorable al consumidor y dos para el banco. Por su parte, el servicio de Defensa del Cliente gestionó 1.501 expedientes, un 55,54% más, de los que ninguno fue resuelto totalmente en favor del tomador del seguro o del suscriptor del fondo de pensiones, entre otros productos reclamados.